viernes, 11 de diciembre de 2015

"FICCIÓN O REALIDAD"


No se comprende el rol de la ficción: un recurrente, pintoresco y supuestamente “inútil” ejercicio del pensamiento.

Normalmente se la reduce a la representación de lo inexistente, de lo imposible, de los delirios; apartándola al campo infantil o de las artes.

Su alcance es mucho mayor, por supuesto.

La ficción da forma a la sociedad entera, a sus imaginarios.
Da lugar a mitos, a creencias, rituales, fiestas y religiones.

De fantasías está constituida la opinión pública, la academia, los altos valores, el misticismo, la noción de género y raza.
De fantasías se cohesiona la familia, por ejemplo.


Sin embargo, es en la creación artística en donde mayormente se la reconoce.
De allí, de ese mundo "irracional", William Blake, Marc Chagal, Edgar Allan Poe, Isaac Assimov, Picasso, etc., crearon sus obras pictóricas, escultóricas y literarias.

Y es que, en general, el arte se encuentra atravesado por representaciones de lo ficticio, más allá del ejercicio de mímesis al que buena parte de la historia occidental nos tiene acostumbrados. 
¿O acaso se fundamenta en la realidad el realismo clásico?

El arte es el círculo en donde se evidencia con mayor vigor ese aspecto inherente a la condición humana, alejándolo de la ciencia y del pensamiento objetivo, afirman.

Sin embargo, por lo argumentado, la ficción incide sobre mucho más.
Incide sobre la creación artística, se ha dicho, pero también lo hace sobre la realidad en su conjunto.
Incide, por ejemplo, sobre los empeños investigativos y el desarrollo científico y tecnológico.
¿Por siglos no ha fantaseado el ser humano con la creación de dispositivos voladores?
¿No imaginó Julio Verne los viajes a la Luna?
¿No es la internet fruto de un delirio de conectividad mundial?

De allí podemos afirmar que la fantasía genera lo posible, y lo posible inventa la ciencia como técnica para lograr su materialización.

¿No fantaseaba Da Vinci al diseñar sus dispositivos mecánicos?
¿No es ésta la fuerza detrás de los empeños tecno-científicos por hacer realidad viejos relatos de anticipación?
¿No es la fantasía lo que anima todo proyecto desarrollista enfocado en crear una realidad inexistente, apuntalada en ideales, a fin de cuenta en nociones de espiritualidad y bienestar total?


¿No es la fantasía aquello que sostiene los principios académicos, bajo la consigna: “el conocimiento libera”?
¿Pero, cómo se sujeta un concepto líquido de libertad?
¿Desde qué epistemes?

Así pues la ficción crea realidades concretas que contradictoriamente la niegan.
De hecho, al parecer la realidad se constituye de la suma de fantasías sistematizadas, socialmente articuladas, compartidas y avaladas, lo cual le otorga a ésta su característica de solidez.


El arte, en cambio, la pone de relieve como uno de sus recursos fundamentales, la reconoce y abraza: el juego, la experimentación lúdica, el delirio, la contingencia, el hallazgo, la escritura e incluso las ficciones académicas de tipo histórico y teórico.
¿No es la la teoría un conjunto de ejercicios especulativos fundamentados bibliográficamente en antiguos delirios?
¿No es la historia una construcción multidimensional?

A fin de cuentas el juego y jugar a ser teórico, científico, médico, ingeniero, artista, político o cura, implica la creencia en relatos asumidos en una realidad que damos por concreta.
De allí que abrimos los ojos al mundo, de la mano de fantasías incorporadas por nuestros padres y por quienes nos rodearon cuando pequeños...

...y elegimos ser artistas...

...para nosotros, la más bella, primordial y sólida de las ficciones.