domingo, 20 de mayo de 2012

ARTE Y EDUCACIÓN

COMPARTO EL TEXTO QUE DI LECTURA EN LA PRIMERA SESIÓN (9 DE MAYO) DEL SEMINARIO "ARTE Y EDUCACIÓN" REALIZADO EN EL CENTRO DE ARTE CONTEMPORÁNEO DE QUITO,

CUYO TEMA ERA:

¿CÓMO HACER UN DIAGNÓSTICO CRÍTICO SOBRE EL PROGRAMA DE LA EDUCACIÓN ARTÍSTICA UNIVERSITARIA DESDE ADENTRO Y EN EL CONTEXTO ACTUAL?

Literalmente argumenté lo siguiente y espero sea de utilidad:

"Es pertinente abordar el problema del arte ecuatoriano desde los modelos educativos y su articulación con el campo laboral y las instituciones culturales.
Analizar y reformar los programas académicos y sus metodologías, relacionar la creación artística al contexto socio-cultural en que se inserta y del que procede, desarrollar competencias profesionales productivas, vincular instituciones educativas y culturales, etc.

Pero también es tan importante, y fundamental, tratar el tema de la situación del arte ecuatoriano, latinoamericano y periférico en general, frente a la estructura social y sus valores dominantes a nivel mundial.
No quisiera utilizar el término “poscolonial”, ya que trae a la mente connotaciones políticas ya formuladas, desgastadas y desprestigiadas, pero es necesario hacerlo para describir claramente y sin eufemismos lo que yo llamo “la jodida posición simbólica del arte ecuatoriano”.
Yo creo que allí se ubica la raíz y esencia de lo que nos preocupa, de esta crisis.
Sin entrar en reflexiones que ya conocemos, basta con ejemplificar lo dicho:

1.- Los contenidos académicos nacionales, por lo que conozco, se hallan constituidos únicamente por unidades del saber acuñadas y generadas desde occidente, y es lógico en la medida de que se enmarcan dentro de una institución “académica”, pero también es cierto que el espíritu académico, al menos en su discurso, valora y promueve el saber en su conjunto, sin embargo no vemos esos saberes locales integrando y dando forma a nuestras instituciones educativas, tal vez no existan, o tal vez aún no sea posible su percepción y valoración.
Esta condición obliga a una constante “actualización” académica en relación a los criterios gestados en las sociedades fundamentalmente europeas, y deriva en el ensayo de modelos que, como vemos en la actualidad, no han sido operativos ni siquiera en su lugar de origen.
Sin embargo dada la jerarquía del discurso racional que los respalda, los aplicamos localmente de manera casi irreflexiva, confiando en que funcionen, dada su autoridad. Y de hecho no funcionan, al menos para el campo del arte. Por ello estamos reunidos ahora, para intentar formular un organismo mestizo adaptado a nuestro particular medio ambiente.

2.- El valor del arte ecuatoriano ha sido históricamente medido en relación al “virtuosismo mimético” que practicaban los primeros indios y mestizos al realizar copias más o menos perfectas de la iconografía cristiana. Todos sabemos eso.
Esa condición mimética se ha mantenido presente en nuestra sociedad durante toda su historia republicana y contemporánea, se la puede ver en la constitución de las instituciones públicas y privadas, y en la práctica del arte.
Al igual que Manuel Chili, que es nadie en el contexto artístico global, hoy los movimientos artísticos colectivos y los artistas independientes, valoran y reproducen modelos emanados desde los centros que conforman los circuitos internacionales. Y lo hacen con cierto éxito, pero no con mayores perspectivas que un Caspicara.
Por ello, sin despreciar lo grandemente positivo que nos ha proporcionado y nos continúa proporcionando el pensamiento europeo debemos, de alguna manera, y yo diría que es una obligación social, aportar al bagaje del saber universal desde nuestra condición mestiza. Y para ello debemos valorar lo que somos, nuestros procesos, nuestras metodologías, nuestras necesidades, nuestros placeres, nuestras filosofías de vida, y fundamentalmente nuestros propios cuerpos.

Nuestra sociedad se encuentra ciertamente estratificada.
Es motivo de orgullo reconocerse en lo alto para quienes ostentan posiciones simbólicas privilegiadas.
Es duro para quienes se encuentran en estratos inferiores aceptar su propia condición.
La gente de condición social media o baja vota y defiende a la derecha política, porque no reconoce su condición real, porque aspira el estatus de las clases altas, vive esa ilusión ingenua, como los siervos anhelan la aristocracia que a su vez les provee de “literatura fantástica”.
El primer paso hacia la solución del problema de clase es auto reconocerse dentro de la estructura social, de la misma manera en que un alcohólico afronta su realidad. Reconocerse individualmente y como pueblo.
Vivimos en una sociedad de castas donde negro se casa con negra, indio con india, mestizo con mestiza y criollo con criolla. Donde el ecuatoriano es más feo cuanto más tenga de indio, y donde los cuerpos europeos son objeto de enamoramiento y credibilidad.
Vivimos en una sociedad donde la misma academia se estratifica en base a procedimientos que dividen los cuerpos por condición económica, y rara vez los enfrenta.
En ese marco poco valor y posibilidad tiene la preparación del sujeto, el talento y las razones que esgrima.
Entre dos sujetos talentosos, surge el que detente mejores vinculaciones.
Entre un sujeto mediocre y otro genial, surge el que detente mayor jerarquía, y esa jerarquía está, en nuestra cultura, asociada directamente al tema de clase, que a su vez tiene su genealogía en la Colonia, la raza de los cuerpos, la cultura de esos cuerpos, la educación, la estética de los lenguajes y modos de comunicación verbal y gestual, los círculos de poder.

Bien vendría realizar un estudio étnico de las poblaciones estudiantiles universitarias.

Por eso el arte no está condicionado del todo por la condición de calidad, sino por su situación social, y esto funciona tanto para individuos como para pueblos enteros.
Esa es la principal problemática que un día deberemos inevitablemente afrontar: luchar contra la significación social -local y global- que se nos ha asignado".
MFG 2012.

EN ESTA GUERRA, QUIÉN MISMO ES EL ARTISTA?

Artista es el que hace arte, no el que habla de arte.
El verdadero conocimiento de lo artístico solamente se encuentra en el taller, en la elaboración. El conocimiento que aportan las ciencias sociales (que no son ciencias exactas) es ciertamente muy valioso como un estudio sistemático de la realidad, pero el verdadero conocimiento de esa realidad está en el sujeto antropologizable, en el ente cultural objeto de estudio (artista). En ese sentido el artista es la fuente de conocimiento para las ciencias sociales, y no un ignorante inculto que agradece la guía intelectual del hombre ilustrado.

LA CULPA ES DE LA FAUCE?

El problema que enfrenta el arte en la ciudad de Quito, no es responsabilidad exclusiva de la FAUCE, sino de toda nuestra sociedad. Es un problema sistémico. Pasa en el fútbol, pasa en la industria, en la música, en la literatura, en los gobiernos, etc. y trae a la mente las palabras no literales del presidente de nuestra República: "los gobiernos y las instituciones son un reflejo de la cultura de donde provienen." En otras palabras, las asambleas de artistas universitarios deberían poner sobre la mesa de discusión incluso su propia "naturaleza" y cada sujeto integrante debería hacer un ejercicio de auto análisis, a ver si no tenemos algo de culpa todos, y a ver con qué aportamos constructivamente. La otra opción es salir a las calles con antorchas y tridentes en busca de una cabeza de turco. Catártico de seguro, pero completamente inútil.
MFG
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EL PROBLEMA DE LOS "JEFES", CHAPAS, EN QUECHUA

  
En respuesta a la pregunta de un estudiante de artes, sobre el ya viejo problema de la policía nacional que hoy enfrenta la sociedad ecuatoriana:

1.-Nuestra sociedad está constituida por "castas", al igual que la hindú. La nuestra es una sociedad de "castas" que se esfuerza en negarlo, a pesar de todas las evidencias cotidianas.

2.-La "casta" más alta está conformada por descendientes de "criollos" e inmigrantes de origen occidental, que a la vez, en su mayoría son quienes concentran el poder económico.

3.-La "casta" más baja está conformada por descendientes de "indios", cholos y mestizos sin alcurnia, lo cual es una suerte, algunos de ellos burgueses, pero en general empleados de cuidado, manejo, construcción y mantenimiento, entre otros.

4.-Esa estratificación devela la descendencia colonial de nuestra sociedad.

5.-En nuestro país, las filas policiales, sobre todo de "tropa", están conformadas por la "casta más baja". Hijos del pueblo simbólicamente maltratado que logran acceder a una posición de poder, en el sentido que son vehículos de la autoridad y las leyes.

6.-La "casta más baja", los chapas, por primera vez se relacionan con "castas superiores" a la suya, pero en esta oportunidad en condiciones de superioridad, y e allí la paradoja y el conflicto.

7.-Se producen abusos de autoridad, una especie de vendeta histórica interpretada por los "intocables" de nuestra patria, que termina pagando la "clase media" ya que no cuenta con el poder económico ni las coyunturas políticas para librarse del abuso policial.
MFGM